Tango:
Hija de Luis Oscar y Lucía Montoya, nació en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires. Siendo niña, sus padres decidieron mudarse al barrio de Núñez, cerca del desaparecido estadio del Club Platense (que estaba en la esquina de las calles Manuela Pedraza y Cramer). En esa institución, junto a sus hermanas disfrutarían de las actividades deportivas que ofrecía el club. Fue vecina de Roberto Goyeneche. Luego de cursar el colegio normal y recibirse de maestra, decidió estudiar arte escénico con el maestro Juan Carlos Ponferrada. Tuvo como compañeros a quienes luego serían importantes actores: Luis Medina Castro, Lita Soriano y Luis Tasca, completando su formación de actriz en el Teatro Nacional Cervantes. Su debut con el canto fue en uno de los festivales del Club Platense. A los 22 años, decidió participar en el concurso organizado por la revista Radio Film —dirigida por el periodista Emilio Roca— y Radio Belgrano. Silvia resultó segunda, la ganadora fue Ángeles D’Angel. Resulta importante destacar que por aquella época surgieron importantes voces femeninas: Nelly Vázquez, Blanca Mooney, Ruth Durante, Paula Gales, Olga Delgrossi, Diana Durán, Susy Leiva. Durante 1958 y, a raíz del mencionado concurso, Silvia fue premiada con una participación en Radio Belgrano y con la grabación de un disco en el sello Bemol, con el acompañamiento de la orquesta dirigida por Leopoldo Federico. En 1960, viajó a España, acompañada por un trío integrado por Osvaldo Manzi (piano), Eduardo Rovira (bandoneón) y Kicho Díaz (contrabajo). A su regreso, grabó para el sello RCA-Victor con el acompañamiento de Leopoldo Federico los tangos: “Un sólo minuto de amor”, de Mapera y versos de Agustín Minotti y “Viejo álbum”, de Guillermo Meres y Dandy; y con Roberto Grela “Confidencias” —de Chabela Durán– y, en el acople, “A media luz”. Asimismo, cantó en Radio Del Pueblo y luego, viajó contratada a Uruguay. En 1962, volvió a grabar para el sello Bemol con la orquesta dirigida por Juan Carlos Bera, registrando los tangos: “Solamente él”, de Francisco Derkahez, Víctor Braña y Ángel Di Rosa y “Quiero verte una vez más” y los boleros “Nosotros” y “Mi amor”. En 1964, actuó en Canal 7, en varios programas, entre ellos: La casa de Pichuco, Un piano y un violín con Héctor Stamponi y Enrique Francini. Compartió el ciclo Copetín de tangos junto a Hugo Del Carril y Julio Sosa. También estuvo en el popular Sábados circulares, de Nicolás Mancera. En Canal 9 integró el elenco de El sainete del tiempo guapo, junto a Milagros De La Vega, Dringue Farías y Jorge Salcedo. En canal 11, El tango del millón y Yo te canto Buenos Aires. Además, realizó una importante gira por los Estados Unidos, Perú y Colombia. En 1972, grabó su primer disco larga duración, con la orquesta dirigida por Oscar Toscano y actuó en los más importantes escenarios de esa época: Michelangelo, Relieve, Caño 14, La casa de Carlos Gardel; compartió la cartelera con Aníbal Troilo, Edmundo Rivero, Alberto Marino, Roberto Goyeneche y Alberto Morán, entre otras grandes figuras. Formó parte de la última etapa brillante de las revistas porteñas, en los teatros Nacional y Maipo, junto a Pepe Arias, José Marrone, Adolfo Stray, Dringue Farías, Tita Merello, Zulma Faiad, Alfredo Barbieri, Tincho Zabala, Don Pelele, Tito Lusiardo. También se destacó en el cine, donde participó en las películas Asalto en la ciudad (1961), Una excursión a los indios ranqueles (inconclusa - 1965) y Villa Cariño está que arde (1968). En 1979, registró junto al actor Roberto Escalada, el disco titulado Tangos y poemas de Buenos Aires. Dos años después, grabó con el binomio Armando Cupo-Armando Calderaro, ocho temas, entre ellos: “La calesita de cartón” —con letra de Cátulo Castillo y música del bandoneonista José Altavista (tío del recordado y entrañable Minguito)—, “La última cita”, “Tinta roja” y “Tarde”. En 1985, volvió al disco con la orquesta de Luis Stazo y, tres años más tarde, con la de Omar Valente. Finalmente, en 1990, realiza su último trabajo para el sello Leader Music, junto a los maestros Carlos García y Raúl Garello. Al final de su carrera, pudimos encontrarla en la televisión junto a Gerardo Sofovich, en La noche del domingo y en Grandes valores del tango, con Silvio Soldán. De a poco, sus actuaciones se fueron espaciando hasta ir desapareciendo de las grandes carteleras, pero esta notable estrella del tango vive en el recuerdo permanente de quienes tuvimos la fortuna de disfrutarla. No me quiero olvidar del aporte del periodista Carlos Alberto Dusso, con quien no sólo compartió todo lo relacionado a su actuación artística, también una hermosa familia.
Hija de Luis Oscar y Lucía Montoya, nació en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires. Siendo niña, sus padres decidieron mudarse al barrio de Núñez, cerca del desaparecido estadio del Club Platense (que estaba en la esquina de las calles Manuela Pedraza y Cramer). En esa institución, junto a sus hermanas disfrutarían de las actividades deportivas que ofrecía el club. Fue vecina de Roberto Goyeneche. Luego de cursar el colegio normal y recibirse de maestra, decidió estudiar arte escénico con el maestro Juan Carlos Ponferrada. Tuvo como compañeros a quienes luego serían importantes actores: Luis Medina Castro, Lita Soriano y Luis Tasca, completando su formación de actriz en el Teatro Nacional Cervantes. Su debut con el canto fue en uno de los festivales del Club Platense. A los 22 años, decidió participar en el concurso organizado por la revista Radio Film —dirigida por el periodista Emilio Roca— y Radio Belgrano. Silvia resultó segunda, la ganadora fue Ángeles D’Angel. Resulta importante destacar que por aquella época surgieron importantes voces femeninas: Nelly Vázquez, Blanca Mooney, Ruth Durante, Paula Gales, Olga Delgrossi, Diana Durán, Susy Leiva. Durante 1958 y, a raíz del mencionado concurso, Silvia fue premiada con una participación en Radio Belgrano y con la grabación de un disco en el sello Bemol, con el acompañamiento de la orquesta dirigida por Leopoldo Federico. En 1960, viajó a España, acompañada por un trío integrado por Osvaldo Manzi (piano), Eduardo Rovira (bandoneón) y Kicho Díaz (contrabajo). A su regreso, grabó para el sello RCA-Victor con el acompañamiento de Leopoldo Federico los tangos: “Un sólo minuto de amor”, de Mapera y versos de Agustín Minotti y “Viejo álbum”, de Guillermo Meres y Dandy; y con Roberto Grela “Confidencias” —de Chabela Durán– y, en el acople, “A media luz”. Asimismo, cantó en Radio Del Pueblo y luego, viajó contratada a Uruguay. En 1962, volvió a grabar para el sello Bemol con la orquesta dirigida por Juan Carlos Bera, registrando los tangos: “Solamente él”, de Francisco Derkahez, Víctor Braña y Ángel Di Rosa y “Quiero verte una vez más” y los boleros “Nosotros” y “Mi amor”. En 1964, actuó en Canal 7, en varios programas, entre ellos: La casa de Pichuco, Un piano y un violín con Héctor Stamponi y Enrique Francini. Compartió el ciclo Copetín de tangos junto a Hugo Del Carril y Julio Sosa. También estuvo en el popular Sábados circulares, de Nicolás Mancera. En Canal 9 integró el elenco de El sainete del tiempo guapo, junto a Milagros De La Vega, Dringue Farías y Jorge Salcedo. En canal 11, El tango del millón y Yo te canto Buenos Aires. Además, realizó una importante gira por los Estados Unidos, Perú y Colombia. En 1972, grabó su primer disco larga duración, con la orquesta dirigida por Oscar Toscano y actuó en los más importantes escenarios de esa época: Michelangelo, Relieve, Caño 14, La casa de Carlos Gardel; compartió la cartelera con Aníbal Troilo, Edmundo Rivero, Alberto Marino, Roberto Goyeneche y Alberto Morán, entre otras grandes figuras. Formó parte de la última etapa brillante de las revistas porteñas, en los teatros Nacional y Maipo, junto a Pepe Arias, José Marrone, Adolfo Stray, Dringue Farías, Tita Merello, Zulma Faiad, Alfredo Barbieri, Tincho Zabala, Don Pelele, Tito Lusiardo. También se destacó en el cine, donde participó en las películas Asalto en la ciudad (1961), Una excursión a los indios ranqueles (inconclusa - 1965) y Villa Cariño está que arde (1968). En 1979, registró junto al actor Roberto Escalada, el disco titulado Tangos y poemas de Buenos Aires. Dos años después, grabó con el binomio Armando Cupo-Armando Calderaro, ocho temas, entre ellos: “La calesita de cartón” —con letra de Cátulo Castillo y música del bandoneonista José Altavista (tío del recordado y entrañable Minguito)—, “La última cita”, “Tinta roja” y “Tarde”. En 1985, volvió al disco con la orquesta de Luis Stazo y, tres años más tarde, con la de Omar Valente. Finalmente, en 1990, realiza su último trabajo para el sello Leader Music, junto a los maestros Carlos García y Raúl Garello. Al final de su carrera, pudimos encontrarla en la televisión junto a Gerardo Sofovich, en La noche del domingo y en Grandes valores del tango, con Silvio Soldán. De a poco, sus actuaciones se fueron espaciando hasta ir desapareciendo de las grandes carteleras, pero esta notable estrella del tango vive en el recuerdo permanente de quienes tuvimos la fortuna de disfrutarla. No me quiero olvidar del aporte del periodista Carlos Alberto Dusso, con quien no sólo compartió todo lo relacionado a su actuación artística, también una hermosa familia.